viernes, 29 de enero de 2010

DÍA 16: EMPIEZA LA RUTINA

Día 16


Lunes, 7 de la mañana, nos toca levantarnos para nuestro primer día de hospital.

Estábamos nerviosos y deseando llegar para ver que nos íbamos a encontrar.

Llegamos al hospital y nos enseñaron las instalaciones, los sitios donde íbamos a hacer las prácticas los próximos 3 meses y a nuestras enfermeras. Todas muy simpáticas. No había mucho que hacer, y menos nosotras, que era nuestro primer día y no se fiaban mucho de nosotros. La planta estaba medio vacía, además de haber 9 enfermeras para 40 pacientes, pues no hicimos más que seguir a la efermera y mantener conversaciones sin sentido. Todos hablan en finlandés, y el colmo es tener que ver como un médico pone una sonda sin guantes estériles ni ná. Nos dieron llave para una taquilla, además de un aparatito electrónico para abir las puertas, que si perdemos debemos pagarlo, 20 euracos de nada. Pero no estuvo mal del todo. Comimos en el comedor del hospital a las 11 y media y a la 1 nos fuimos porque teníamos que ir a la universidad a ver a Marjatta. Cuando llegamos al Hostel, Alba se dio cuenta horrorizada de una cosa: había perdido su llave. La llave de la habitación. La pobre estaba agobiadísima, no tuvo más remedio que volver al hospital a ver si estaba. Con el corazón en un puño, Berta esperó impaciente a que regresara, y al verla volver con una sonrisa de oreja a oreja, comprendió que la había encontrado. Felicidades compañera.

Tras esto, nos pusimos camino a Savonia, con un frío que pelaba, llegamos congeladicos perdíos. Solo para enseñarle el powerpoint de nuestra presentación a la tía esta, y que nos dijera que estaba muy bien, que le gusta mucho España, que si esto que si lo otro. Lo único bueno: nos acercó al hostel en su coche, fue en plan... "si queréis os acerco" y nosotros... ¡mmm vale! Además teníamos que ir al Citymarket, así que perfecto, porque ya era de noche y la pereza era máxima. Nos estamos malacostumbrando.

Cuando llegamos a la residencia, estuvimos haciendo el vago un buen rato. La que más, Alba, que se quedó dormida y se levantó a las 8 o así. Una especie de re-siesta.

A eso de las 7 se acercó la enterailla local a Berta y le propuso beber vodka polaco por la noche, ¿Quién era Berta para rechazar semejante oferta?. Así que nos pusimos a beber a eso de las 9. Que si un vodka por aquí, que si una Olvi por allá. Todos bebiendo, la madre y el hijo de Rufino incluidos. Todos ciegos como perras, el que más por supuesto, Pepi. El hígado reventado, vamos a ir pidiendo cita para un transplante cuando lleguemos a España.

Cayeron unas 4 botellas de vodka y de Olvis otro montón, risas y tonteos, confesiones a la cámara, críticas a la gente. ¡In inglish, please!. Pero mujer, ¡no sé como se dice zorra psicótica en inglés! ¡déjame practicar mi idioma que al final se me olvida!
Y nada más, nos acostamos a eso de las 2 y al día siguiente teníamos clase, pero lo pasamos reeeequetebien.

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