Jueves
Nos levantamos a una hora decente, yo resacosa perdida, pobre de mí. Hoy tocaba hospital de tarde, así que nos hicimos la comida, pasta carbonara, y nos fuimos para el lugar. Llegamos puntuales, tras pedir uniformes nuevos porque ya iba tocando, subimos a nuestra planta. Estaban Salla y Anne. Cuando Salla le preguntó si estaba con alguna alumna, ella contestó seriamente que sí, y se marchó. Fui repudiada salvajemente y en mi puta cara, así que no me quedó más remedio que ponerme con Salla y Alba. En verdad mejor, que le den a Anne, ya no me cae tan bien.
La peor tarde de nuestras vidas. Empezó con un relevo de lo más triste, en una sala de 2x2 mirando a la pared durante 3/4 de hora. Le siguió visitilla a Ángel pero sin un triste café, así que nos lo tuvimos que tomar en la planta, un ratito de roneo y unas galletitas la mar de ricas. Luego un poquito de medicación y tras un hábil "tenemos que hablar con Ángel", nos bajamos a visitarle otra vez, con mejores resultados, cafelito y bizcocho, y conocí a la que va a ser mi enfermera las próximas semanas en urgencias, muy maja ella. Nos tomamos un pan sucete también, y volvimos a nuestro trabajo, mejor dicho a buscar el refranero finlandés en el diccionario, aburridicas perdías.
a) Levantar y vigilar
b) Llamar al médico
C) Tapar e ignorar
Hasta mi hermana sabe lo que NO hay que hacer.
Se nota que en Finlandia no se estilan las técnicas asépticas, al igual que los dial-a-flows no existen.
Pero por fin, después de 7 horas de suplicio, llegó la hora de irnos, el esperado cigarrito y la sorpresa de que había parado de nevar.
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