Día 67
Me desperté a eso de la 1 y media, y Alba a la misma hora que yo, con la diferencia que yo me acosté a las 8 tras una dura noche de hospital y Alba a las 2 ó 3 viendo series. En teoría ellos iban a ir al hospital hoy, pero como se suponía que teníamos un examen, pues no fueron.
Entonces nada, estuvimos todo el día en la casa, hicimos nominaciones. Coincidimos en los 5 puntos, para Raíces, y los demás repartidos entre las rusas, la madre, la quinta, etc etc.
Nos dijo Ángel que si queríamos ir a la bolera, que iba a ir él con la hija de nuestra enfermera Liisa y su novio, pero le dijimos que no, que teníamos que hacer una maravillosa presentación para Cultural Awareness. Está más que claro que al final no hicimos otra cosa que ver series y vaguear. Entonces llegaron las 7 de la tarde, esa hora en la que teníamos que ir a una clase de español en el istituto, a soportar a gente mirándonos como a monos de feria, y que nos apetecía poquito poquito. Pero al final no estuvo tan mal, hablaban bastante bien español y se quedaban flipados con nuestro dominio de las eses, hablamos más fisno que en toda nuestra vida. Nos sacaron cafelito y piscolavis y estuvimos hablándoles de España, de nosotros, nuestras familias, y ellos de sus cosillas.
Cuando terminó la clase nos encontramos con una esvástica en el suelo del instituto de Iisalmi y creimos estar dentro del mismísimo Internado. Fui al baño pero no había luces, a tientas lo encontré y volví muertica de miedo.
De vuelta, debo decir que llevaba ya 3 días sin fumar, aún seguía un poquico mala pero ya estaba mejor, me dijeron que iban a salir la gente y dije pues venga, salgo un ratejo. Me hice un pan sucete y Alba se fue a dormir, que al día siguiente se suponía que iba a ir al hospital de mañana.
Salimos, primero al Nellys a ver partidito de fútbol, Barcelona contra Stugard o algo así, equipo alemán del que Peppi por lo visto es muy fan. 4-0 ganando los azulgrana, el por culo que le dí aquella noche no fue ni normal.
Entonces me fumé un cigarro, que me supo a gloria después de tanto tiempo. Y nos fuimos a Cave.
Allí estábamos, pechá de gente y yo con Svetlana hablando de cosas de la vida, me contó intimidades y cosas personales, y yo le respondí con mis paranoyas. Estábamos tristonas y decidimos irnos a casa cuando termináramos la sidra que teníamos. Pero entonces nos la acabamos y decidimos tomarnos otra, a la salud de cada una. Y entonces decidimos ir un ratito al Bepop, solo una cervecita y para casa, que no estoy muy animada.
En Bepop, tras 3 ó 4 cervezas, y otros tantos amagos de irnos, tocamientos y guantazos, bailes desbocados en la pista, gogos de discoteca encima de una tarima, abrazos, roneos de la rusa con Aleksi, desprecios a borrachos acosadores, decidimos que era buena hora para irnos. Entonces nos fuimos a la resi y nuestro querido Josef preparó su plato estrella: los huevos revueltos con jamón, queso, picantito, etc. Que bueno madre, ahí que nos lo comimos Josef, Tom y yo y tranquilamente me fui a la cama, cansaica que estaba y sabiendo el día que me esperaba al día siguiente, después de haberme fumado los cigarros de 3 días en una sola noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario