lunes, 5 de abril de 2010

DÍA 83

Día 83



6º y último día de viaje, Iisalmi.


Desperté a las 12 de la mañana, al lado de Rodro. Como un sueño cumplido. Nos levantamos y desayunamos todos juntos, en la cocina de mi residencia, en Iisalmi. No podía ni creérmelo, no podía ser más feliz.


Me duché mientras ellos se quedaron viendo vídeos y cosas, y nos fuimos a darnos una vueltecita por la ciudad. Visitamos el lago, el restaurante más pequeño del mundo, les enseñé mi hospital, y poco más. Fuimos a comprar bebercios para la noche y nos fuimos para el hostel a comer.


Eran así como las 5 de la tarde, una comida-cena que íbamos a hacer: salmón con sofritito de verduras y champiñones. Riquísimo, gracias a Alba por comprar los ingredientes y a Cris que cocinó y un poco de mi ayuda, porque los chicos se quedaron todo el rato aprendiendo a jugar al blackjack online. Después de comer, cafelito y nos pusimos a jugar a las cartas. Primero un blackjack para practicar y luego un póker con dinero/macarrones. Entonces empezamos a beber, sidritas y cervecitas. Jugamos al juego de beber, les encantó. Cuando ya íbamos contentillos, intercalamos algún que otro chupito de Salmiakki, y cuando estábamos listos para salir, el toque mágico: el chupito de 80º mezclado con yogurt líquido. MAGIA! Y salimos. Fuimos a Cave, a eso de las 11 y los chicos se fueron directos a la mesa de blackjack. Nos pedimos algo de beber y una vez metidos en el juego, nos encontramos con el personaje de la noche,, el tipo que no era capaz de vocalizar palabra, que no hablaba bien inglés y que era las 3 G’s: gafe, gilipollas y MARICÓN. Estuvo toda la noche dando por culo, intentábamos entretenerlo pero ni su hermana ni su amigo ayudaban. Perdió como 200 euros en la noche, pero él era feliz. Bailamos, bebimos y al rato de estar allí hubo un streptease, masculino y femenino. Solo puedo destacar a la enana flipando mientras un tío musculoso y lleno de tatuajes le restregaba la polla por la cara. Estaba todo el mundo, hasta salieron la Madre y Rufinillo, también estaban por allí Marju y Mimmu, Ansku, Marko, casi toda la residencia y Sanna con una amiga. Me lo pasé estupendamente, estaba que no cabía en mí de gozo. Salí con Rodro a dar una vuelta, y me dio algo para el recuerdo, algo que guardé en mi cartera y que estará ahí siempre, o hasta que decida canjearlo por una sidra o una cerveza. ¡Que no! Entonces vi a Svetlana, y le solté un ¡qué tal!, a lo que me respondió que bien, que quería sexo y esas cosas que suele decir ella. Le pregunté si le gustaba alguno de mis amigos y me dijo que sí, que el del gorro. Instantes después se estaba liando con David, para sorpresa de todos. Más bailoteos y nos fuimos para Aleklub, solo cuando Svetlana nos dijo que podíamos entrar gratis, que tenía un amigo allí y tal. Así que fuimos, entramos sin pagar y allí siguieron liándose, nosotros bailando y el 3G dando por culo, nos tuvo que salvar Peppi porque no nos dejaba en paz. Fumeteos varios y Svetlana que no se decidía a irse al hostel con David, así que nada, se quedaron con las ganas. Cuando cerraba el Aleklub, nos fuimos a comer algo, yo quería que probaran las patatas del Saha, pero terminamos en Maribella comiéndonos un kebab, Juan se confundió y se pidió algo con arroz, pero estaba bueno. Al grito de ¡a robá carterah! Nos fuimos de vuelta al hostel, ellos tenían que coger un tren en pocos minutos y tenían que ultimar los detalles. Cris quería mirar el tuenti, así que nos bajamos a la cocina y estuvimos allí un rato, con Katy y su amigo, y cuando llegó casi la hora de irse, de pronto y sin previo aviso, alguien abrió la puerta de la despensa de debajo de la escalera y dejó al descubierto a David y a Svetlana semidesnudos y tocándose, algo sin duda para el olvido. Y partimos hacia la estación, maletas en mano. La semana de vacaciones acababa, y la vuelta a la rutina estaba próxima. Llegamos a la estación, donde había unas cuantas personas esperando el mismo tren. Despedidas, abrazos, besos. Alguna que otra lágrima pero enterita que estaba, vi el tren alejarse y con él todo lo que había estado añorando este tiempo, toqué pelito por última vez y se fueron, desaparecieron dejando en mí el rastro de la felicidad, pero todo principio tiene un final, y al final se quedan los recuerdos, tan válidos como cualquier otra cosa. Volví al hostel fumándome el cigarro de la melancolía, y me encontré en la puerta del hostel a Svetlana y Katy, ésta primera me preguntó el nombre de mi amigo, y es que ella no folla en la primera cita. Svetlana querida, si algún día aprendes español y se te ocurre leer esto, eres un poco zorra. Bajamos a la habitación de Tom, afterparty con las holandesas, Peppi y Tatu, pero me fui al cuarto arrastrada por las rusas, que pretendían llevarme a pescar al día siguiente.Me acosté, sola de nuevo, con la sensación de que me habían arrancado una parte de mí. Y me dormí enseguida, y todo volvió a la normalidad…

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