lunes, 5 de abril de 2010

DÍA 76

Día 76
Viernes, Cultural Awareness. La clase era a las 14.15, así que nos levantamos y nos hicimos una comidita rica en casa, nos ahorrábamos el dinero de comer fuera y las horas esperando en Savonia.
Fuimos andandito a la universidad, y llegamos con la hora pegada al culo, buscamos la clase de Marjatta y tomamos asiento. La clase más aburrida de la historia. Primero, un profesor ruso que hablaba peor inglés que yo, se tiró 3/4 de hora explicando las costumbres y la cultura rusas, pero de una forma que yo me quería morir de aburrimiento. Luego vinieron varias presentaciones, entre ellas la de los héroes españoles según Ángel, que puso al Cid Campeador pero se le olvidó poner a Fernando Alonso. Menudo despiste amigo. Le siguió la presentación de dos diapositivas de las finlandesas, que a Alba escandalizó profundamente, ¡dos diapositivas!. Y para finalizar, el toque mágico, La Quinta haciendo propaganda de la iglesia católica, explicándome los salmos, las sagradas escrituras, un coñazo de media hora hablando de misas y santos. La clase más horrible de la historia.
Cuando salimos, fuimos a imprimir unos cuantos temas de geriatría, pues el examen estaba próximo y nos quedaban cosas por sacar.
Cuando terminamos de todo nos fuimos para casa, comprando algo de beber para la noche.
Llegamos a la resi y nos pusimos a ver alguna serie, un par de Lost y a pasar la tarde tranquilamente. Por la noche nos pusimos a beber, varios zapatos acabaron tirados por la ventana. Y más cosas que no recuerdo, pero lo que sí sé es que acabamos cieguecillas. Así que nos fuimos a Cave, y estábamos todos, no faltaba ninguno. Bebimos y bebimos y sólo cuando Tatu nos invitó a un tequila, decidí que era el momento de parar. Entonces después de aquello decidimos irnos a casa, pasando antes por Maribella, me compré un showarma pero no llegué a catarlo, ya que me tuve que ir corriendo al baño a potar, que malita me puse madre mía, nosé ni como llegué al hostel, solo recuerdo imágenes sueltas mías sentada en el váter y vomitando en el lavabo, lo más triste que se puede uno imaginar. Al final conseguí llegar a la cama, Alba y Ángel picados a muerte conmigo, y me dormí tras dar vueltas y más vueltas.

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