viernes, 9 de abril de 2010

DÍA 85

Día 85
Me levanté a eso de las 12 cuando escuché a alguien aporreando mi puerta. Era Katy, asustada porque estaba con tos, y la Madre le ofreció un bote de algo diciéndole que era medicina. Se conoce que la Madre tenía ganas de asesinar esa mañana. En aquel bote no encontré nada que se pareciera a un logo farmacéutico, así que creo que se fue a llamar a algún profesor o algo, pero claro, a mí ya me había despertado.
Entonces ya me quedé en pie, lista para terminar mi ¡PORTAFOLIO! Ou yeah!
Me bajé a la cocina y me preparé la comida, un revueltito de papas con cebolla y huevo, y un poco de jamón serrano, que ya se iba acabando… Entonces hablé con mi madre un rato, que hacía una semana que no veía yo a mi mamá y nos pusimos al día de todo. Y luego yo seguí con mi querido portafolio, inventándome unas cositas por aquí, llamando a Alba cuando me surgía alguna duda, y al final, a eso de las 5 y pico lo terminé, por fin, y salí a fumarme un cigarro para celebrarlo.
Entonces Svetlana me dijo que si iba a salir esta noche, y le dije que bueno que vale pero solo una cervecita o dos, que estaba cansailla. Entonces volví a la cocina y me hice una meriendita, un pan sucio que ya lo echaba de menos. Entonces llegó Peppi y me dijo que si quería ir a Helsinki, así como el que te dice si quieres ir al Nellys o algo. Resulta que Aleksi tenía que coger un tren a Helsinki porque se iba a nose donde en avión, pero lo había perdido y Tatu lo iba a llevar en coche. Estaba más que claro que no iba a ir.
Entonces hablé un ratillo con mi padre y me llegó Svetlana diciéndome que sólo iban a salir ella y Katy, y yo le dije que bueno que vale, que saldría un rato con ellas. Solo una cervecita o dos, que estaba cansada.
A eso de las 11, tras vestirme y arreglarme escuchando musiquita en el cuarto, nos dirigimos a Cave, pero entramos y nos llevamos la desilusión de la noche: no había DJ, y esque estas dos estaban perracas y querían marcha, así que nos fuimos al Bepop, donde ¡tampoco había música!. Así que nada, Aleklub y allí sí que sí, el único problema es que se me olvidó la cartera en casa, así que ni ID, ni money ni ná de ná. Debía buscar a alguien que me pagara las cervezas y primeramente Svetlana me sirvió como anillo al dedo, pero cuando a ella se le acabó el dinero debíamos buscar otra forma de pagarnos las bebidas.
Y la encontramos, nada menos que en Simon, nos dejó dinero y menos mal que era solo un euro la cerveza. Ya llevávamos dos o tres y el amigo de Katy nos invitó a otra, y otra que nos invitó un gordo borracho, y otra que nos pedimos luego. Una cervecita ¡los cojones!. Pero la verdad es que me lo pasé muy bien con las zorritas estas, porque mira que son zorras.
Momentos destacables:
- Fumando en la sala de fumadores, se nos acerca un tipo que ni papa de inglés, y se pone a preguntarnos cosas en finlandés y yo ¡que no me entero! Y él dale que te pego, el amigo diciéndole que nos dijera cosas feas y obscenas, y nosotras descojonadas. Entonces le solté un “Minulla on iso kyrpa!”, se me quedó mirando con cara de incredulidad y me dice “¡yo también!” se me pone a hacer gestos con la mano señalando la magnitud de su miembro. Y yo ¡que no me interesa! Y nos fuimos asustadas porque el tío nos perseguía, pero su amigo se lo llevó al final. Lo sé, YO ME LO HE BUSCADO.
- Se me acerca Simon en algún momento de la noche y me dice que conoce a uno que me puede dar de fumar, me pongo contenta, y me presenta al chaval. Tal como imaginaba, borracho como una cuba y pegajoso, le pregunté si tenía marihuana, me dijo que sí, le dije ¡ah, que bien! Pero ahí se quedó la cosa, nunca vi esa hierba y creo que fue lo mejor.
- Estamos en el Aleklub y se nos acerca un tipo, mayor que nosotras y con menos pinta de finlandés que yo, se conoce que era del este porque se puso a hablar con Svetlana en ruso, pero esa no era su nacionalidad. El caso es que el tío se puso pesadete, pero me dijo un par de palabras en español y quieras que no eso une mucho. Le perdimos la pista y cuando estábamos en Bepop, porque luego nos acercamos a por una cerveza, nos lo volvimos a encontrar, y el tío me coge y se me pone a bailarme, a lo que cogemos Svetik y yo y le decimos que somos lesbianas, nos besamos un poco para demostrarlo y el tío coge y se va picado. Nos lo volvemos a encontrar más tarde en la sala de fumeteo y nos dice que porqué le engañamos. Le digo que tengo novio y me dice: “bueno y qué, solo quería bailar contigo”. Me vas a hacer sentirme mal y todo mierda de tío. Pero ahí quedó la cosa. Nos fuimos otra vez al Aleklub.
- Estaba hablando tranquilamente con Marju, Ansku y Marko, que habían estado en Tallín y se conoce que iban mamaos, Marko con nuevo piercing en la lengua que apenas podía ni hablar, y de pronto me doy la vuelta y me veo a la Svetlana comiéndole toooda la boca a ¡Markus!, el hijo de Jeikö. Todo un espectáculo.
Y así acabó la noche, yo estaba rallada, cansada, ciega porque la cantidad de cervezas que dices que te vas a beber es inversamente proporcional a las pocas ganas que tengas de fiesta. Me dejé a las dos por el camino con sus respectivos amigos y me fui al hostel, a dormir.
Nosé porqué pero todo el mundo me decía esa noche que parecía triste, y cada día me lo repiten, “¡no estés triste!” y no lo estoy, solo necesito tiempo.

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