Día 42
Lauantai
Sábado. Nos levantamos tan tarde como pudimos. Estábamos rennndías después de la noche anterior. Y más Ángel, que había hecho noche en el hospital. Así que nos levantamos y comimos.
Recibimos la visita de Sabina y Sanna, que se tomaron un cafelito con nosotras.
Después de comer y del café, me fui a dar un paseito. Hacía un bonito día soleado, y lo aproveché llendo por nuevos caminos, rodeando el lago. Decidí terminar mi paseo cuando mi dedo gordo del pie empezó a congelarse, no fuera ser que me quedara por ahí perdida a merced de los -20º que debían hacer.
Me pasé por el Citymarket y luego de vuelta, di un pequeño rodeo, una vez que mis pies estaban en perfectas condiciones. Me fui a mi banquito del lago, a fumarme un cigarro al solecito. Ahí no hacía frío. La vuelta se me hizo eterna, pero llegué sana y salva al hostel, para descubrir que estos dos estaban viendo La vida es bella. Que no, que no me apetece verla.
Así que me puse a lo mío, y se fue pasando la tarde hasta que dieron las 8 y empezamos a beber. A eso de las 9 me preparé algo de cenar, y tras eso me di una duchita y seguimos bebiendo y desfasando en el cuarto. Alba sacó a relucir su vena de chica negrata de Detroit, con su Beefeater en mano y su gorra. La música a tope, me da igual si molesta, y siguiendo la costumbre española, pegando gritos como si nos estuvieran torturando.
En eso que llegarn Anni, Iina y Sanna, que se quedaron flipadas ante lo que vieron.
Y llegó la hora de salir, directamente al Cave, para no variar. Al principio estuvimos solos, hasta que fueron llegando las polacas y Tom y Peppi. Debo decir que llevaba un ciego superbueno, de esos que sabes que no deberías beber más, que estás megacontenta, que puedes bailar todas las canciones y que no te importa hacer el ridículo con MrCock y con una gorra intentando hacer breakdance.
Al rato nos fuimos al Bepop, donde nos sangraron 5 euros de entrada y donde estaban los estudiantes del innowelfare con más tutores, entre ellos Jani. Momento gracioso a destacar: se me acerca Jani con intención de bailar (que no chulo, que no te pega bailar en una discoteca), y yo claro, no me apetecía que me rozase mucho, así que le digo lo primero que se me ocurre: "hui Jani, me encanta tu pelo". Bien Berta, muy bien. Huí como pude de allí, y seguí bailando con Alba, cuando se nos acercó Svetlana diciendo que nos tomásemos un chupito. Venga vale, dijimos, y nos encontramos a Tatu, que nos invitó. Menos mal, porque todavía nosé como se dice chupito en inglés.
Tras un rato más de estar allí, y cuando iban a cerrar ya, nos fuimos a Maribella a tomarnos un showarma, lo mejor de la noche. Cuando llegamos a la resi, nos echamos a dormir ya que al día siguiente nos esperaba el día familiar.
Sábado. Nos levantamos tan tarde como pudimos. Estábamos rennndías después de la noche anterior. Y más Ángel, que había hecho noche en el hospital. Así que nos levantamos y comimos.
Recibimos la visita de Sabina y Sanna, que se tomaron un cafelito con nosotras.
Después de comer y del café, me fui a dar un paseito. Hacía un bonito día soleado, y lo aproveché llendo por nuevos caminos, rodeando el lago. Decidí terminar mi paseo cuando mi dedo gordo del pie empezó a congelarse, no fuera ser que me quedara por ahí perdida a merced de los -20º que debían hacer.
Me pasé por el Citymarket y luego de vuelta, di un pequeño rodeo, una vez que mis pies estaban en perfectas condiciones. Me fui a mi banquito del lago, a fumarme un cigarro al solecito. Ahí no hacía frío. La vuelta se me hizo eterna, pero llegué sana y salva al hostel, para descubrir que estos dos estaban viendo La vida es bella. Que no, que no me apetece verla.
Así que me puse a lo mío, y se fue pasando la tarde hasta que dieron las 8 y empezamos a beber. A eso de las 9 me preparé algo de cenar, y tras eso me di una duchita y seguimos bebiendo y desfasando en el cuarto. Alba sacó a relucir su vena de chica negrata de Detroit, con su Beefeater en mano y su gorra. La música a tope, me da igual si molesta, y siguiendo la costumbre española, pegando gritos como si nos estuvieran torturando.
En eso que llegarn Anni, Iina y Sanna, que se quedaron flipadas ante lo que vieron.
Y llegó la hora de salir, directamente al Cave, para no variar. Al principio estuvimos solos, hasta que fueron llegando las polacas y Tom y Peppi. Debo decir que llevaba un ciego superbueno, de esos que sabes que no deberías beber más, que estás megacontenta, que puedes bailar todas las canciones y que no te importa hacer el ridículo con MrCock y con una gorra intentando hacer breakdance.
Al rato nos fuimos al Bepop, donde nos sangraron 5 euros de entrada y donde estaban los estudiantes del innowelfare con más tutores, entre ellos Jani. Momento gracioso a destacar: se me acerca Jani con intención de bailar (que no chulo, que no te pega bailar en una discoteca), y yo claro, no me apetecía que me rozase mucho, así que le digo lo primero que se me ocurre: "hui Jani, me encanta tu pelo". Bien Berta, muy bien. Huí como pude de allí, y seguí bailando con Alba, cuando se nos acercó Svetlana diciendo que nos tomásemos un chupito. Venga vale, dijimos, y nos encontramos a Tatu, que nos invitó. Menos mal, porque todavía nosé como se dice chupito en inglés.
Tras un rato más de estar allí, y cuando iban a cerrar ya, nos fuimos a Maribella a tomarnos un showarma, lo mejor de la noche. Cuando llegamos a la resi, nos echamos a dormir ya que al día siguiente nos esperaba el día familiar.
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