Día 50
Domingo, día de Andalucía.
Nos levantamos y desayunamos-comimos típico mediterráneo: tostadas con aceite y zumo de naranja. Nos acompañaba Heini.
Tras la comida, nos pusimos a ver una película y pasamos la tarde amenamente.
Me ví un capitulillo de Perdidos y vimos alguna que otra cosa.
Por la noche me puse al día con los Protegidos y entonces llegó lo bueno: la peluquería.
Estábamos aburridas y sin tener que madrugar al día siguiente, así que cogimos tijeras y peine y nos pusimos al lío. Primero por detrás y luego por delante, Alba me hizo un cambio radical de look, con algún que otro trasquilón pero que apenas se notaba. Y con todo el pelo que sobró, ¿qué podíamos hacer? Pues putadita a Ángel, le vaciamos un cajón y con una notita de "en verdá zomo wena ente", le metimos todo el pelazo. Se conoce que no se lo tomó muy bien, pero eso pertenece al día siguiente.
Cuando nos íbamos a acostar nos sobresaltó una pedrada en la ventana, no eran otros que Peppi y Simon haciéndose los graciosillos. Les mandamos un ratito a la mierda y nos acostamos trannnquilamente, yo contenta perdida con mi pelito corto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario